sábado, 12 de septiembre de 2009

CÓMO MAREAR A LA PERDIZ

DIVIDE Y SEGUIRÁS REINANDO

El doble discurso ó La pantomima del Inquisidor

Entre mentiras y verdades a medias, la presidenta Kirchner y su entorno muestran una vez más su habilidad en el arte del doble discurso.

En épocas de la Inquisición, cuando se mandaba torturar a algún desdichado, era el verdugo el encargado de castigar y aplicar suplicios a los reos. Una vez torturados hasta más no poder, llegaba el Inquisidor con su mejor cara de Salvador (en nombre de Dios), y ofrecía su mano y sus oídos para acabar con el dolor.

La estrategia: el Inquisidor jamás tocaba al reo, y sólo se presentaba cuando éste estaba a punto de morir de dolor, facilitando una confesión forzada por las circunstancias. Para el mártir, el suplicio no venía de parte de la Iglesia; sino, de quien le aplicaba la tortura. La función del Inquisidor era, bajo todo aspecto, quedar bien parado; por ello, mandaba a un tercero a hacer su trabajo (torturar, en este caso). Las palabras de salvación, eran bien recibidas por el desafortunado y este no hacía sino darle las gracias a Dios, la Iglesia y al Inquisidor.

La Iglesia, quien aplicaba la pena, la tortura y la muerte; seguía de esta manera, siendo respetada y enaltecida como Institución. La muchedumbre abucheaba al reo, o cuando mucho, al verdugo; pero a la Iglesia y la Inquisición, nunca. ¿Cómo es posible algo así? En el arte de confundir poder con autoridad; quienes apenas razonan, se dejan convencer muy fácilmente.

Mientras Cristina Kirchner anunciaba el día de ayer (11/09/2009) "que enviará al Congreso un proyecto de ley para suprimir los delitos de calumnias e injurias del Código Penal", fundamentada en que "La derogación es un viejo reclamo de las asociaciones periodísticas y permitirá cumplir con un mandato de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que el año pasado le advirtió a la Argentina que estos delitos, tal como están redactados, atentaban contra la libertad de expresión, ya que se podía castigar con penas de prisión a un periodista por lo que escribiera", "El Gobierno toma esta medida cuando se lo cuestiona más que nunca por su política en relación con la prensa", sumados a "los cuestionamientos por el masivo operativo realizado anteayer por la AFIP en Clarín, cuyos directivos acusan a la Casa Rosada de pretender intimidarlos"; el vicepresidente Cobos, acaba de admitir que "desde el Gobierno buscan coartar su libertad para dialogar y expresarse", "luego de que Aníbal Fernández le pidiera un paso al costado por reunirse con la oposición y su rechazo a la ley de medios". "Se lo habían pedido en bloque después de su célebre voto no positivo y se lo volvieron a pedir ayer, apenas unas horas después de haberse sentado en la misma mesa con Mauricio Macri, Francisco de Narváez y los presidentes de bloques de senadores y diputados de la UCR, Ernesto Sanz y Oscar Aguad. Para el kirchnerismo, Julio Cobos es un desestabilizador y tiene que renunciar al cargo de vicepresidente por el rol opositor que adoptó, en este caso, por la ley de radiodifusión".

Según estos dichos, la libertad de expresión no es una opción para quienes integran el bloque oficialista (kirchnerista) de la Cámara de Legisladores de la Nación, encargados de la aprobación de las leyes en nuestro país; y el hecho de pensar diferente significa ser un desestabilizador; no pudiendo dar su opinión sobre el impacto que las leyes que se pretenden aprobar causarían a la población argentina; aún así, nuestra presidente insiste en que la Libertad de Expresión en nuestro país está asegurada y que quien así lo desee, puede dar su opinión...

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